Ya dije que poco a poco enseñaría las plantas que con ilusión, las mujeres del Pueblo, consiguen hacer crecer en las puertas de sus casas. No son grandes ni espectaculares jardines, tampoco son lujosas fachadas con plantas centenarias. Es un Pueblo austero y trabajador (como muchos pueblos castellanos), donde los esfuerzos y el dinero se necesitaban para otros menesteres que adornar ventanas.
Cada año, alguien siembra algo nuevo. Este año, aunque puestas el año pasado, la estrella han sido estas campanulas. Están sembradas en una pequeñas jardineras, no tienen mucha tierra, ni mucho sol, pero ahí están, preciosas.
Espero incorporarlas el año que viene en mi jardincillo
Los tiempos van cambiando y poco a poco también el Pueblo, por eso, quiero compartir estos rinconcitos, algunos de los cuales, aunque humildes y sencillos, la persona que los cuida, ha puesto verdadero trabajo y esfuerzo, ya que a veces, la salud no acompaña.
